lunes, 14 de mayo de 2012

Las 10 claves del divorcio en España

Toda aquella persona que se esté planteando divorciarse en España debería conocer, como mínimo, los siguientes diez datos, que definen el marco en el que se desarrollará el trámite.
Hasta el momento en el que una persona se ve inmersa en una crisis y se plantea la posibilidad de separarse o divorciarse de su pareja es frecuente que no tenga una noción de lo que significa este trámite, de lo que conlleva y de cómo funciona en su país.
Muchas personas coinciden en que en el momento en el que se tienen que enfrentar a este proceso y a la toma de decisiones correspondientes no están emocionalmente en situación de manejar la situación. Sin embargo, es aconsejable que se intente mantener la calma y entender lo que tenemos que solucionar y el marco en el que lo vamos a hacer, puesto que de lo contrario se terminaría con un acuerdo o con una sentencia en la mano que en absoluto se acerque a nuestras necesidades y deseos.
En el caso de España, toda persona que quiera abordar su divorcio con cierta conciencia, debería al menos conocer la siguiente información:
1. Los comienzos del divorcio: En 1981, 45 años después de que se derogase la primera Ley del Divorcio en España (1932), nuestro país volvía a admitir de forma legal el fin de los matrimonios siempre que fuera evidente que, tras un dilatado período de separación, su reconciliación ya no era factible, y después de que se demostrase el cese efectivo de la convivencia de las partes o la violación grave o reiterada de los deberes conyugales, según expone el Código Civil. En 2005, entraba en vigor la controvertida Ley del ‘Divorcio Express’, y las cifras (según el INE) se disparaban en un 42% respecto al periodo anterior.
2. El divorcio en números: En 2011 se presentaron en España 117.179 demandas de divorcio, según el Consejo General del Poder Judicial. Diez años antes, en 2000, la cifra no llegaba a los 40.000 casos.
3. Futuros trámites ante notario: Con el nuevo Gobierno de Mariano Rajoy, su ministro de Justicia Alberto Ruiz-Gallardón, ha anunciado su intención de reformar la Ley para poder tramitar las demandas de divorcio de mutuo acuerdo ante notario, para ‘desahogar’ así los juzgados.
4. Mutuo acuerdo vs. Contencioso: En España existen dos tipos de divorcio, uno que se tramita de mutuo acuerdo o con el consentimiento de una de las partes y otro que se interpone de forma unilateral (contencioso).
5. Sentencia de divorcio: Los aspectos que deben quedar regulados en la sentencia de divorcio, sea cual sea su taxonomía, son: uso y disfrute de la vivienda y el ajuar familiar; custodia y régimen de visita de los hijos en el caso de que los hubiera, y de estos con los abuelos; pensiones de alimentos y reparto de los gastos del hogar; liquidación del régimen económico del matrimonio; y pensión interconyugal.
6. Duración mínima de un matrimonio: Tras la aprobación de la Ley 15/2005, de 8 de julio, o Ley del ‘Divocio Express’, los cónyuges deben esperar al menos 3 meses desde la formalización del matrimonio para presentar la demanda de divorcio y que esta pueda ser llevada a trámite por la vía civil.
7. Documentación necesaria para el trámite: Los documentos que las partes deben presentar para formalizar la tramitación de su demanda de divorcio deben ser: certificado de matrimonio, certificado de nacimiento de los hijos (si los hubiera), documentos que acrediten la situación patrimonial de la familia y, en el caso de los divorcios de mutuo acuerdo, una propuesta del convenio regulador entre las partes.
8. Nuevo matrimonio: El divorcio se puede revocar con un nuevo matrimonio. Al desaparecer el vínculo legal entre las partes, estas pueden volver a unirse si lo creyeran oportuno, teniendo que volver a inscribirse en el Registro Civil como una nueva unidad familiar.
9. Custodia de los hijos: El régimen de custodia de los hijos se rige de forma general en España por el Código Civil, que cede esta a uno de los progenitores y establece un régimen de visitas consensuadas de la otra parte. Sin embargo, Aragón, Cataluña y la Comunidad Valenciana, acogiéndose a su derecho foral,  promulgaron sendas leyes de ‘Relaciones familiares de los hijos e hijas cuyos progenitores no conviven’, por las cuales establecen la custodia compartida como preferente en caso de que no haya acuerdo entre los padres.
10. Declaración de la renta: A la hora de realizar la Declaración anual de la Renta, el receptor de la pensión por alimentos no puede incluir esta como ingresos, al igual que el pagador no puede hacerlo como gasto, a diferencia de la pensión compensatoria, que debe declararse en ambos casos.

Fuente:

sábado, 28 de abril de 2012

Gallardón plantea el divorcio ante notario aunque haya hijos menores

Bodas y divorcios  ante notario. Es la propuesta del Gobierno para desatascar los juzgados. El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón , ha anunciado su intención de reformar el sistema para que los matrimonios civiles puedan formalizarse ante fedatarios públicos. También aquellos divorcios en los que hay común acuerdo. La iniciativa, que ayer celebró el Consejo del Notariado , preocupa, sin embargo, a abogados de familia y fiscales. Alertan de que elimina el control judicial sobre las medidas alcanzadas en este tipo de acuerdos de divorcio, pone en riesgo a la parte más vulnerable de la pareja y a los menores, si los hay. En la actual normativa, el Ministerio Fiscal  revisa los convenios —también los consensuados— para garantizar que salvaguardan los derechos de los menores. Justicia asegura, no obstante, que estos intereses se respetarán.
Gallardón cree que el nivel de litigiosidad de España  es mayor al de la media Europea y que se tramitan en los tribunales asuntos que deberían resolverse por otros cauces, lo que contribuye —dice— a la saturación de la administración. “No tiene sentido que un divorcio de mutuo acuerdo no pueda ser directamente formalizado ante un notario por las partes. También podría ser aplicado en el matrimonio civil”, dijo en una entrevista en la Cope, en la que anunció que impulsará esta ley de mediación y jurisdicción. La medida afectaría a las casi 70.000 parejas que se divorcian por consenso cada año y las casi 100.000 que se casan por lo civil.
Justicia no ha calculado aún, sin embargo, cuánto podría suponer el ahorro —económico y temporal— de una propuesta que “aún no es firme” y tiene que perfilarse. El anuncio se produce un día después de la reunión del ministro con miembros del Consejo General del Notariado, en la que los notarios se propusieron para asumir nuevas funciones para “descongestionar” los tribunales.

miércoles, 25 de abril de 2012

Cómo enfrentar un divorcio

Si bien es complicado poder enfrentar un divorcio, es importante tener en cuenta que el primer paso a tomar después del rompimiento con la pareja es asumir de una buena vez que se terminó. Asimismo, es bueno convencerse a sí mismo de que si se produjo el divorcio es porque verdaderamente era lo mejor para los miembros de la pareja en cuestión, e incluso para todas las personas involucradas en la relación (hijos, familiares, amigos, etcétera).
 


Por otro lado, hay que comprender que la etapa posterior al divorcio implica dudas, cambios y también tristeza. No hay que olvidar que se trata de un proyecto de vida que no se pudo concretar, lo que genera mucha angustia.
A continuación, pondremos a su disposición unos consejos muy interesantes para aquellas personas que se hayan divorciado recientemente. Servirán en gran medida para enfrentar la situación y seguir adelante:
  • No culparse por la ruptura, hay que entender que el divorcio se produjo por responsabilidad de ambos miembros de la pareja.
  • Es fundamental asumir que el matrimonio está finalizado, por lo que cada persona tiene el derecho de volver a reiniciar su vida y relacionarse con otras personas.
  • Es de suma importancia exteriorizar los sentimientos, y refugiarse hablando con los familiares y amigos sobre los estados de ánimo. Estar rodeado de los seres queridos hará que sea mucho más sencillo superar el divorcio.
  • Es recomendable llevar a cabo actividades que sean del agrado personal para mantenerse ocupada y poder conocer a nuevas personas.
  • En el caso de que existan hijos de por medio, es fundamental que se les deje en claro que ellos no tienen nada que ver con la ruptura y que tanto su madre como su padre los aman igual que siempre.

Claves para desdramatizar un divorcio y sentirse mejor

Cuando una persona está acostumbrada a manejarse todo el tiempo en pareja y de repente llega una ruptura tan grande como lo es el divorcio, cambia la concepción entera de la persona. Aquí te daremos unos consejos para que puedas desdramatizar un divorcio.

- Lo que se destruye en el divorcio es la pareja, no toda nuestra vida.
- Es bueno tener amigos y familiares que apoyen y puedan dar fuerzas y así poder cargar el problema mucho mejor. Nunca aislarse.
- No ser duro con uno mismo. No flagelarse psicológicamente.
- Nunca debemos aferrarnos al pasado, porque la vida es más que eso. Esta solo es una etapa que pasara. El mundo sigue dando vueltas.
- Es una etapa como todas las que se pasan en la vida. Toda etapa negativa tiene su proceso de sanación a su debido tiempo. Primero el sufrimiento será terrible, los días se alargan, se llora, hay enojo y culpa. Todo eso debe pasar, ya que es un proceso necesario para poder curar las heridas.
- Debemos ver el lado más positivo de lo ocurrido. Debemos imaginarnos como era nuestra vida antes y tener una mirada en el futuro mas clara para no cometer los mismos errores.
- Debemos guardar lo mejor de la relación, y aprender de lo peor. La vida es así. Se aprende en todo su camino y se mejora día tras día. Una nueva etapa estará por comenzar.

Los efectos del divorcio

El divorcio disuelve el vínculo matrimonial por lo que se altera el estado civil de los que hasta ese momento eran cónyuges, a quienes se les permite contraer un nuevo matrimonio.

Esta disolución del vínculo conlleva la pérdida de los derechos sucesorios entre los cónyuges, la pérdida de la pensión de viudedad, así como de las obligaciones derivadas directamente del matrimonio: los deberes de ayuda y fidelidad, el compromiso de velar por el interés de la familia, la obligación de prestar alimentos, etc.
La ruptura de este vínculo no afecta a las obligaciones de los cónyuges para con sus hijos puesto que las mismas surgen de la relación de parentesco y no de la existencia de la unión matrimonial.

Clases de divorcio

Como en el caso de la separación, el divorcio puede solicitarse judicialmente de mutuo acuerdo o de forma contenciosa, sin que quepa un divorcio “de hecho”.

El divorcio de mutuo acuerdo

Al igual que en la separación judicial de mutuo acuerdo, el procedimiento judicial es rápido y sencillo. Basta con acompañar a la demanda (que puede ser presentada por los dos cónyuges o por uno solo de ellos con el consentimiento del otro), un convenio regulador en el que después deberán ratificarse los cónyuges y en el que consignarán los pactos alcanzados respecto a la guardia y custodia de los hijos, régimen de visitas, pensiones, uso del domicilio familiar, etc.
El juez y el Ministerio Fiscal, en su caso, velarán los intereses de los menores y por el respeto de los acuerdos firmados por los cónyuges.

 

El divorcio contencioso

Se solicita por uno de los cónyuges sin el consentimiento del otro, por lo que en este caso no se acompaña ningún convenio regulador, y sin necesidad de alegar ninguna causa, siendo necesario que hayan transcurrido al menos tres meses desde la celebración del matrimonio.
No será necesario que haya transcurrido este plazo cuando se acredite que existe un riesgo para la vida, la integridad física, la libertad, la integridad moral o libertad e indemnidad sexual del cónyuge que solicita la separación, de los hijos de ambos o de cualquiera de los miembros del matrimonio
Al igual que la separación contenciosa, el procedimiento es largo, complejo y con un importante coste no sólo económico sino también personal para ambas partes. Dependiendo de las circunstancias del caso, es posible tramitar con carácter previo o simultáneo al procedimiento de divorcio, las llamadas medidas provisionales destinadas a regular la situación patrimonial entre los cónyuges (cargas del matrimonio) y fundamentalmente respecto a los hijos (atribución de la patria potestad de la guardia y custodia, régimen de visitas y comunicaciones, pensión de alimentos …) mientras se desarrolla el procedimiento de divorcio y hasta su conclusión.

 

Cambio de mentalidad

Fernando Gil, profesor de Sociología y Comunicación de la Universidad de Salamanca, señala un aumento progresivo de los divorcios en España ligado a un cambio en la manera de entender las relaciones y alimentado por un comportamiento social acostumbrado a lo imprevisible.

"Es cierto que en las crisis la gente suele divorciarse menos", indica el sociólogo, "pero también existe una tendencia estructural de fondo en la sociedad: ya no se entiende el amor y la pareja como se entendía tradicionalmente", matiza.
Ya no estamos tan dispuestos al sacrificio en una relación Las funciones reproductiva y sexual ya no van juntas en la sociedad actual, y el "individualismo" es un factor cultural de peso, "invertimos muchos recursos en nosotros mismos", apunta Gil.
Además, existen otros factores que explican el desgaste en el matrimonio. Por un lado, "la frecuencia en las relaciones sexuales en la pareja disminuye al cabo de unos años", señala este experto. Por otra parte, está la búsqueda de nuevas experiencias para el enriquecimiento personal.
Es lo que este sociólogo denomina "monogamia sucesiva": cambiar de pareja según vayan aportando cosas nuevas, "ya no estamos tan dispuestos al sacrificio", dice. Según Gil, este cambio de mentalidad en la sociedad española provoca que los divorcios vayan en aumento cada vez más, "aunque en España todavía pesen algunos prejuicios", matiza.

La crisis no lo explica todo

A pesar de que la crisis económica fue una de las causas principales que provocó que no hubiese tantos divorcios desde 2007, las emociones influyen más a la hora de las rupturas matrimoniales. "En un matrimonio, las emociones son muy fuertes, y la gente no puede esperar a que termine la crisis para divorciarse", indica Gil.
Este experto argumenta que las parejas se han acostumbrado al sentimiento de inestabilidad que produce la crisis y han dejado de verla como un motivo para aplazar la decisión de divorciarse. Según Gil, "estamos en una sociedad del cambio en la que todo se mueve tan rápido que es imposible predecir las cosas, de ahí que las vidas en pareja sean también más inestables".
Para este sociólogo, los efectos de la crisis en la sociedad están sobredimensionados: "La crisis explica muchas cosas, pero no hace que la gente se lo piense todo por el factor económico", concluye.

"Muchas parejas no se divorcian"

"Es cierto que hay un repunte, pero la realidad es que hay muchas parejas que no se divorcian por no gastarse el dinero. Otras, además, no lo hacen porque no podrían compartir el domicilio. Una práctica que no permite la ley", explica Carlos Herraiz Rivera, presidente de la Asociación de Padres Separados.
Hay muchas parejas que no se divorcian por no gastarse el dinero 
El abogado de familia Luis Zarraluqui señala que "es normal que las parejas opten ahora por el divorcio".
"Antes de 2005 hacía falta presentar una causa para poder divorciarse y la mayoría de parejas primero se separaba para poder argumentarlo. La figura de la separación se mantiene para aquellas personas que no creen en el divorcio", explica Zarraluqui.